La escritora considera que hay tres ingredientes para escribir una novela original
Sara Carlos/ Novelda (Alicante) 23.10.2021 | 11:43
Ana Durá Gómez nació en Novelda (Alicante) en 1979. Se licenció en Derecho y, más tarde, cursó un máster en Periodismo. Este año ha publicado su primera obra, Casablanca sin Bogart, una novela distópica sobre la falta de originalidad en las historias.
¿Es difícil crear novelas originales actualmente?
Yo creo que sí es bastante difícil, porque en cierta manera el libro está basado en la propia realidad de los escritores, ya que muchos se ponen a escribir una historia y después descubren que existen otras parecidas. Entrando más profundamente en el concepto originalidad, pongo el ejemplo del género retealing que es tan actual, el cual consiste en coger una historia exitosa e incluirle elementos que más modernos, como uno que leí hace unos años, en el que habían combinado Orgullo y prejuicio con zombies. No sé si esta tendencia es preocupante o es natural, porque lo cierto es que tengo sentimientos encontrados sobre la originalidad de las obras, es decir, si realmente habrá escasez de historias o, por el contrario, continuarán escribiéndose nuevas.
Escribió Casablanca sin Bogart hace diez años, ¿ha cambiado su visión sobre la finitud de las historias desde entonces?
Creo que entonces la escribí con la perspectiva de los veintitantos años: lo vi un poco más risueña, no me lo tomaba muy en serio. Ahora me empieza a preocupar y me doy cuenta de que donde en su día lo tomé como un argumento más, que incluso me parecía poco verosímil, cada vez me parece más real. No sé si es por los años o porque ahora estoy en el mundillo, pero mi perspectiva ha cambiado. Ahora lo que resalta es la prosa del autor, porque hay escritores con muy buena prosa, pero que la historia es mala.
¿Qué le ha impulsado a publicar la novela ahora?
Es una novela que tenía en un cajón, bueno, mejor dicho disco duro (risas). Me casé, empecé con la maternidad, tres hijos… Es bastante agotador y exigente. Tenía la obra olvidada y me puse a escribir otra novela. Cuando tuve tiempo, la volví a leer, lo que encontré me gusto y dije: «Esta historia está bien escrita». La perspectiva del tiempo hace mucho, porque cuando lees tanto las mismas palabras parece que ya no tiene frescura del principio y que ya no sabes si lo que tienes delante es bueno o no, por lo que el tiempo que la dejé en reposo me sirvió para verla con otros ojos. Además, salieron nuevas editoriales, como con la que he publicado, y vi que era mi oportunidad, por lo que envié la novela y a los pocos meses me la publicaron.
Emilio Contreras es un personaje bastante peculiar de su libro, ¿cómo surgió?
Aunque entonces no sabía cómo definirme, ahora sé que yo soy una escritora brújula. Esto influyó en Emilio, porque ha sido un personaje que fue evolucionando solo. Lo cree de esa manera peculiar y me sentía a gusto con él. Sin embargo, cuando escribí la novela empecé siendo Damián: un joven de 28 años, ingenuo y con esperanzas. No obstante, con el tiempo, es decir, 12 años después, me he acabado convirtiendo en Emilio Contreras: el «cuarentón» con los sueños ya cascados y con esa ilusión más carcomida que ha perdido su frescura. Él tuvo vida propia, porque llegó se impuso y yo le seguí.
Hablando de originalidad, hace unos meses publicó en Twitter sobre el plagio de una novela, ¿qué ocurrió?
Vi la publicación de una chica que había lanzado una novela y que otra persona la había cogido y la había sacado igual, como un copia y pega, solo cambiándole el título. Fue algo que me pareció muy grave y lo compartí. No me esperaba que la catadura moral de la gente llegara a estos extremos.
¿Cualquier persona puede escribir una historia original?
Siempre que haya una base de imaginación, aunque esta no es un bien muy común; sepa expresarse y tenga la suficiente sensibilidad para llegar al lector, se podrá crear una buena historia. En mi opinión, estos son los tres ingredientes necesarios para conseguirlo.
Guarda más obras en el cajón, ¿saldrá alguna a la luz?
Hay una novela que tengo previsto que salga más adelante, todavía no tengo claro en qué editorial la publicaré, pero en el plazo de uno o dos años me gustaría tenerla ya expuesta en las librerías. Sin embargo, lo que quiero hacer ahora sobre todo es seguir escribiendo y no solo pensar en lo que ya tengo preparado, porque he de continuar adelante.