La tercera entrega de Inmemorian se publicará previsiblemente en 2024
Sara Carlos / Villena 28.04.2023 | 16:15
Ismael Santiago Rubio tenía un propósito: finalizar El caso de los cerebros inservibles antes de la llegada de su esperada hija. Por ello, tuvo que terminar la novela en cinco meses para poder tener tiempo de revisarla y hacerle las correcciones oportunas. Esta obra entrelaza más tramas que la anterior y pone al reputado Ron Blake en una situación que le hace dudar a sí mismo de su valía como detective.
El caso de los cerebros inservibles tiene un caso que pone a Ron Blake contra las cuerdas, ¿cómo surgió esta segunda parte de Inmemorian?
Surge de la necesidad de crear un caso policial más complejo que en la primera parte, porque en su antecesora lo que hacía era algo nuevo para mis lectores acostumbrados más a la ciencia ficción y acorde a esa trama principal de Inmemorian. Mi saga al final se convierte en una saga policiaca-ciencia ficción-novela negra. Lo que quería era seguir explotando y cada vez avanzar más dentro de la novela criminal mezclada con ciencia ficción y quería hacer un caso más complejo. Tuve claro desde el principio que quería hacer algo incluso más difícil, por otro libro que estaba leyendo por esa etapa y que me gustó como entrelazaba dos casos al mismo tiempo. Ha sido todo un reto para mí de llevar dos casos a la vez.
Cuando empezaste a escribir Inmemorian, tenías toda la historia planeada, ¿ha habido cambios en la planificación de la misma durante este tiempo?
Tenía planeado todo lo referente al detective, sus orígenes, su camino y donde termina, pero, por ejemplo, los casos de la segunda novela no los tenía planeados cuando escribí el primer libro. Incluso el caso de la tercera parte tampoco está terminado de perfilar. Los casos sí van surgiendo conforme empiezo la novela, pero sí hay un hilo conductor que está todo planeado respecto al personaje principal.
¿Por qué decidiste cambiar el personaje del tío Sebastian por el de la tía Margaret en este segundo libro?
No lo decidí cambiar yo. Cuando volvieron a editar el libro (tras el ganar el Premio Literario Amazon 2019), fue uno de los cambios que me propusieron. La verdad es que en un principio todo el mundo es reticente a cambiar algo que ha creado, en este caso el segundo o tercer personaje más importante de la historia. Sin embargo, dándole vueltas vi que podía ganar profundidad. Así que la primera parte, en esa nueva edición, ya ha estado acompañada de Margaret. Sebastian fue en los primeros lectores, ya que Amazon Public tuvo una idea que aportó a la historia y no tendría sentido volver a lo de antes.
¿Ha tenido tanta repercusión esta segunda novela como lo tuvo la primera?
No acaba de despegar. Creo que se debe a la portada, porque parece ser que el público al verla no la identifica como la segunda parte de Inmemorian. Además, también falta una anotación en el primer libro indicando que la historia sigue. Por ello, ya estoy trabajando en cambiar esos aspectos de edición y promoción.
Estamos en el ecuador de la saga, ¿cuándo estará a la venta la siguiente parte?
Mi intención es que este año salga una precuela, que será una historia corta en comparación con los otros, porque es una historia que enlaza y te enseña los inicios de Inmemorian. Así que la tercera parte saldría durante 2024 y respecto a la cuarta entrega, que ya sería la quinta, la publicaría al siguiente año si todo va bien. Con un libro por año me encuentro cómodo.
Escribiste el ensayo Así gané el premio Literario, ¿veremos más ensayos?
No tengo previsto publicar más ensayos, aunque estuve un tiempo, hace alrededor de medio año, estudiando la posibilidad de ofrecer unos ensayos de otra rama que me encanta desde niño, que es la ciencia de la concepción del universo desde una perspectiva científica. Sin embargo, he tenido que apartarlo para dar prioridad a la saga de Inmemorian.
En nuestra anterior entrevista hablamos de la autopublicación, ¿sigues manteniendo la misma opinión sobre ella?
Sí, tendría que haber una muy buena oferta sobre la mesa para cambiar y lo haría de manera puntual e intentando cambiar algo que aparece en todos los contratos editoriales, que son los dos cláusulas que estipulan la obligación de mostrarle a la editorial todo lo que escribes antes de publicarlo o enseñarlo, para decidir si lo quieren publicar o no. Se quedan el manuscrito durante un tiempo, que suele ser unos seis meses, y eso te paraliza el ritmo de publicación. Además, si finalmente no quisieras publicar con ellos, si te dicen que sí, tienes que aceptarlo.